Sé que ayer, ya pasó, que no puedo vivir en el pasado a cuestas, pero, quiero compartir lo que me sucedió, desde el pasado domingo 31 de marzo de 2013, recibí en mi corazón a mi Señor Jesucristo, y desde ese instante me he esforzado por cambiar aquellas cosas que considero que deben mejorarse para seguir su ejemplo.
Sé que el camino no es fácil, y que debo ser disciplinada, confiar en Él plenamente, vivir bajo sus promesas, cumplir con su Palabra y tener sabiduría e inteligencia para conseguirlo.
Sin duda alguna ayer, fue un día muy difícil, y cuando digo muy difícil, es porque he estado a punto de "volverme loca" con tanta opresión (mis hombros se contracturan fuertemente, no dejo de pensar, la ansiedad me inunda, me frusto completamente, y mi preocupación iba en aumento), sin motivo alguno eso fue lo que sentí durante estos días.
Acabo de comprender que son pruebas que suceden para medir cuán aferrada estoy a Él, no es que esté sola sino que aprendo con ellas día a día, y mejoro como ser humana, por ello, no debo temer a estos sentimientos opresores y tener la paciencia necesaria para que simplemente pasen sin hacerme daño.